El autobús fue más largo de lo que pensábamos y llegamos a chiang mai pasado el mediodía.
Hicimos un intento de ver algún templo, pero enseguida nos anocheció y tuvimos que optar por los mercados varios.
Empezando por el chino, pura locura de puestos de comida: pollo frito, sushi, batidos y granizados de frutas, salteados y muchísmas cosas más. Una calle sólo de flores y mucha ropa de todo tipo.
Después decidimos ir al saturday market, pero mientras abanzabamos nos encontramos dentro del night market, que está todos los días. Ahí empezó nustro pistoletazo de comprar cosas como souvenirs; es que es todo tan barato...
Al final llegamos al mercado de los sábados y nos quedamos flipados de la de calles y calles que ocupa. desde luego chaing mai está hecha de mercados. Picoteamos algo más y decidimos coger un taxi abierto hacia el hotel de nuevo.
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