Como no programamos muy bien el trayecto, tuvimos que esperar un poco bastante por el bus.
A pocos quilómetros de nuestro destino, la busera Koreana comenzó a decir "templo blanco" en tailandés. Por casualidad nos enteramos y nos bajamos corriendo, sin pasar por el hotel ni nada.
Ya que teníamos la oportunidad, preferimos ver el templo antes de ir al hotel ya que este se encuentra a 14km del pueblo y así ahorrábamos tiempo.
Nos hicimos las fotos de rigor y al acercarnos a la puerta vimos que justo ese maldito día cerraban antes por reuniones de Staff. Fue una gran putada porque estábamos con mochilas en medio de la nada sin poder ver el templo al que habíamos ido exclusivamente hasta allí. No fue tan grave, cogeríamos el bus de vuelta al día siguiente más tarde,porque queríamos ver el templo blanco si o si. Mañana habrá fotos en detalle porque es una auténtica pasada.
Cambiando de planes, negociamos con una furgo precio para ir a ver el otro templo conocido por la zona, el negro, y que de paso esperase por nosotros para dejarnos después en el hotel.
El templo negro es otro templo de otro excéntrico, pero a este le gustan más los huesos de animales:
Heladito de mango y directos al hotel y al pueblo.
Allí andurreamos por las calles, vimos mercadillos y la torre del reloj y cenamos.
Mañana templo blanco y de vuelta a Chiang Mai!
No hay comentarios:
Publicar un comentario