Comenzamos el primer día de viaje, ya reposados del jet lag.
Tras desayunar en el 7eleven, fuimos hasta el templo Haedong Yonggungsa, uno de los templos más bonitos de Corea, eso dicen...
Está bastante lejos, en la costa Sudeste.
La verdad es que es pequeñito pero está muy bien localizado y es muy agradable de ver con toda la costa alrededor.
Hicimos un pequeño parón de café y nos dirigimos al siguiente templo, también bastante alejado.
(Jesi: joder que fisna soy,hasta para comer el surimi ese levanto el meñique...xD)
Entre parones, metros y buses le dedicamos gran parte del día a estos dos templos. El segundo era el Beomeosa, en la cima de una montaña.
Antes de subir, Jesi decidió meterse en el local más Coreano posible, donde ni nos dejaron pedir porque las señoras solo sabían decir: Menú!!!!
Así que nos quedamos sentados de rodillas a esperar cualquier tipo de comida. Nos sirvieron Sopa con fideos caseros, kimchi, encurtidos y Gimbap ( rollo de sushi de vegetales). Muy rico todo!
Y ahora sí, la subida al templo (en Bus) y la bajada andando xD.
Tras la pateada, volvimos a coger el metro para volver al centro de la ciudad. Allí vimos las calles más comerciales y llenas de gente, perdiendonos unas cuantas horas comprando chorraditas.
Bueno a parte de compras, hicimos un poco el payasete en las tiendas Kawaii.
Como ya iba pesando el cansancio, nos volvimos hacia el hotel, donde por fin conseguimos solucionar el problema de la maleta estrabiada de Jesi, que realmente estaba a mi nombre y claro, los del hotel no tenían mi nombre añadido en la reserva y se lió todo un poco.
Cenamos en un shacke shack, franquicia que conocimos en NY y nos gustó muuucho.
Mañana más... FELIZ NAVIDAD!
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