lunes, 2 de septiembre de 2013

Octavo día: Hola Kyoto!

Después de madrugar y coger un buen desayuno de los de siempre, nos metimos por fín en el tren de camino a Kyoto! Fueron dos horas de tren que dormimos como ceporros y una vez allí, llovía a cantaros. 
Compramos un paraguas y tras dilucidar si coger un taxi de nuevo o buscar el hotel a pie, optamos por el transporte más barato XD
No nos costó mucho encontrar el Ks house of Kyoto, pero vimos que estaba por lo menos a 10 minutos caminando de la estación.
Allí nos dejaron meter las maletas en la habita, pero en Japón no se puede entrar hasta las 3 así que buscamos un sitio donde comer y dimos de casualidad con un Donguri; una cadena especializada en okonomiyakis. Estaban deliciosos y no pudimos terminarlos de lo grandes que eran.

Okonomiyaki con soba

Okonomiyaki standar con topping de cebolleta
 No nos apetecía volver al hotel, así que aprobechamos la cercanía a la estación para entrar  en la Kyoto tower, que a mi me parece bastante bonita, pero a Daf no le gusta.
Estación de Kyoto

En la Kyoto tower, mirando por los cositos acerca-cosas



La mascota de la torre de Kyoto es bastante más simpatica que la de la torre de Tokio

Al salir de la torre te ponen chorradas, entre ellas este espejo


La verdad es que quitando los templos esporádicos, las afueras y el barrio de geishas, Kyoto es bastante feo, todas las calles parecen barrios viejos y bajos.
Cuando salimos de la torre, fuimos a ver el templo que nos quedaba más cerca, y casi no llegamos antes de que cerraran (a las 18:30)







Terminamos de ver el templo y nos sentamos en el jardín a disfrutar de unos bollitos que habíamos comprado en la estación, rellenos de crema o de limón y con la corteza crujiente, estaban requetebuenos!





Volviendo hacia el hotel encontramos un par de cosillas más, como el tori de arriba, pero teníamos que preparar el día siguiente y eran casi las 8, así que volvimos a la habita y nos pusimos a trabajar!

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