Después de madrugar y coger un buen desayuno de los de siempre, nos metimos por fín en el tren de camino a Kyoto! Fueron dos horas de tren que dormimos como ceporros y una vez allí, llovía a cantaros.
Compramos un paraguas y tras dilucidar si coger un taxi de nuevo o buscar el hotel a pie, optamos por el transporte más barato XD
No nos costó mucho encontrar el Ks house of Kyoto, pero vimos que estaba por lo menos a 10 minutos caminando de la estación.
Allí nos dejaron meter las maletas en la habita, pero en Japón no se puede entrar hasta las 3 así que buscamos un sitio donde comer y dimos de casualidad con un Donguri; una cadena especializada en okonomiyakis. Estaban deliciosos y no pudimos terminarlos de lo grandes que eran.
Okonomiyaki con soba |
Okonomiyaki standar con topping de cebolleta |
Estación de Kyoto |
En la Kyoto tower, mirando por los cositos acerca-cosas |
La mascota de la torre de Kyoto es bastante más simpatica que la de la torre de Tokio |
Al salir de la torre te ponen chorradas, entre ellas este espejo |
La verdad es que quitando los templos esporádicos, las afueras y el barrio de geishas, Kyoto es bastante feo, todas las calles parecen barrios viejos y bajos.
Cuando salimos de la torre, fuimos a ver el templo que nos quedaba más cerca, y casi no llegamos antes de que cerraran (a las 18:30)
Terminamos de ver el templo y nos sentamos en el jardín a disfrutar de unos bollitos que habíamos comprado en la estación, rellenos de crema o de limón y con la corteza crujiente, estaban requetebuenos!
Volviendo hacia el hotel encontramos un par de cosillas más, como el tori de arriba, pero teníamos que preparar el día siguiente y eran casi las 8, así que volvimos a la habita y nos pusimos a trabajar!
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